Luz verde definitiva al nuevo decreto de autoconsumo. El pasado sábado, 6 de abril, el Boletín Oficial del Estado publicó la nueva normativa por la que se rige el sector: nuevas condiciones administrativas, técnicas y económicas que, por fin, ponen la alfombra a la llegada del autoconsumo eléctrico al grueso de usuarios.
Esta nueva normativa, publicada en el BOE el sábado y en vigor desde el domingo 7, sienta las bases para que no solo hogares individuales, sino comunidades de vecinos y zonas industriales puedan beneficiarse del autoconsumo gracias a la regulación del autoconsumo colectivo, reduciendo los trámites administrativos y fijando mecanismos de compensación más sencillos para la energía producida que no se consuma.
El nuevo decreto de autoconsumo tiene en este punto uno de los elementos más destacados de cara a los consumidores: aquella energía que no se consuma será compensada, tanto en instalaciones fotovoltaicas individuales como colectivas sin necesidad (como sí ocurría con la regulación anterior) de que el usuario se dé de alta como productor de energía. Es decir, cualquier usuario corriente podrá ser compensado por los excedentes de energía que produzca mensualmente. Además, el concepto de autoconsumo colectivo evoluciona para dar cabida a prácticas que fomenten esta nueva manera de producir y consumir energía. Por ejemplo, será posible instalar placas solares en edificios contiguos (siempre que las comunidades de vecinos se pongan de acuerdo) para aprovechar una mejor orientación que permita una generación energética más eficiente.
NICHO EN AUGE
El nuevo decreto de autoconsumo, además, abre la puerta a que las empresas instaladoras tengan en este ámbito un importante foco de trabajo. Las certificaciones energéticas, homologaciones e instalaciones fotovoltaicas experimentarán un aumento ante el que las empresas y profesionales del sector ya llevan tiempo preparándose. Esta previsión, de hecho, puede concretarse: desde FIECOV estimamos, tal y como se recoge en esta noticia de Valencia Plaza, que el fin del vacío legal que existía en torno al autoconsumo provocará que la inversión se multiplique por 40 o 50, con lo que se alcanzarían los 300 millones de euros en la Comunidad Valenciana, lo que se traduciría en la creación de alrededor de 3.000 nuevos puestos de trabajo.